domingo, 9 de marzo de 2008

CABEZA DE MÚSICO


Antes antes de ponerme a escribir cosas por aquí y por allá; quise ser músico.

Dediqué buena parte de mis holgazanas tardes al Rock; tarros, pianos, cajas y cables enloquecieron a mis padres.

Nunca supe bien si buscaba expresar alguna sensibilidad o arruinar simbólicamente la miserable forma de vida familiar a la que me encontraba sometido. Insoportables ruidos navegaban por mi adolescencia tanto como por los pasillos de aquella casa.

Tanto quise ser músico que tuve una novia Cellista llamada Bárbara, con quien viví en un ático del puerto. La amé tanto como a su música. Tanto, que el pulso de sus blancos y finos dedos sobre cuerdas gastó y arruinó mi corazón de trapo. Una tarde me hechó de casa, lanzó mis pertenencias desde el ático. me dijo "nunca te interpongas entre el Cello y yo". No lo soporte y lancé su Cello desde aquel mismo ático.

La razón finalmente se impuso a través del tiempo. abandoné aquella loca idea de "vivir del aplauso", domestiqué mi guitarra y me sometí a la ortopedia del verbo escrito para correjir mi desviada y contradictoria humanidad.

Mis padres y Bárbara aseguraron no enteder que pasaba por "mi cabeza". disciplinado en las letras, aficionado a la guitarra, he decidido hacer ambas cosas a medias y todo a la vez; "escribir acerca de música". soy un "Cabeza de músico"











1 comentario:

Ley dijo...

Hola,que puedo decir, me gusta mucho como escribes, logras transmitir y tocar.
Yo, en mi adolecencia mate algunas tardes de ocio tratando de aprender a tocar guitarra, en las "clases" que me daba un amigo. Por supuesto no cache nada de la guitarra, pero si termine las "clases" con pololo, jajaja... Y lo mejor era que pasabamos todas las tardes juntos, por que papis, creían que la niña aprendía a tocar algun instrumento para ser mas graciosa aùn, jajajajaja....
Cariños, Leyla.